Ya iba siendo hora de hacer una actualización de los esquejes de gardenia, ¿no?
El balance final fue que de los cerca de 70 esquejes que hice solo se pudrió uno y el resto salieron todos adelante. Obviamente, yo no puedo quedarme con tantos porque no tengo sitio para tenerlos, así que muchos los acabé regalando y otros los planté en suelo firme a su suerte. Al final, me quedé solo con una docena de plantas aproximadamente.
Casi todos los esquejes que os voy a enseñar a continuación provienen de la primera tanda que hice al principio del verano. Los planté todos juntos en la jardinera y ahora ya les tocaba una separación porque se estaban haciendo bastante grandes.
En esa jardinera estuvieron plantados en turba negra 100%, regados con agua directa del grifo y con algo de abono granulado de formulación equilibrada, que creo que solo se lo puse una vez. Ya sabéis mi punto de vista sobre el agua de riego, el sustrato y los tipos de abono, así que no me voy a extender sobre esos temas en esta entrada.
Cuando me puse a dividir esas gardenias me llevé una grata sorpresa y es que las plántulas, aún siendo pequeñas, tenían una enorme cantidad de raíces y algunas incluso sobrepasaban los 15cm de longitud.
Para separarlas preferí hacerlo con cuidado evitando que se rompieran las raíces (para otras plantas me voy a lo fácil y corto el cepellón con un cuchillo sin mucho miramiento) y como el sustrato estaba húmedo se fueron separando de una manera relativamente fácil. También traté de mantenerles el sustrato que tenían de origen sin retirárselo de las raíces.
Volví a rearmar la jardinera, pero esta vez con solo 4 gardenias. |
Lo único especial que hice para todos estos esquejes fue plantarlos un poco más profundos de lo que ya estaban con la intención de que el punto de nacimiento de las ramas quede justo a ras o bajo el nivel suelo. Haciéndolo así, se verá que las ramas nacen desde el propio sustrato y me parece mucho más estético que tener un trozo de tronco liso con ramas saliendo a unos pocos centímetros de altura. Tampoco pasa nada por enterrar las plantas un poco más abajo de la cuenta y no se van a pudrir ni nada. Si no se pudrieron por estar un mes enraizando en agua, tampoco se van a pudrir por hacerles esto ahora. De hecho, en los bonsáis hacen exactamente lo mismo para darle mayor estética al tronco y no le pasa absolutamente nada a las plantas.
Los cuidados que les daré a partir de ahora serán los mismos que estuvieron recibiendo: turba negra 100%, agua normal del grifo, abono granulado y algo de quelatos de hierro cada 3 o 4 meses para prevenir la aparición de la clorosis férrica.
El régimen de podas aún no lo tengo muy decidido, pero creo que dejaré crecer las ramas libremente durante unos meses para estimular el desarrollo radicular y en mayo o junio las pinzaré un poco si forman ramas muy larguiruchas que se vayan del contorno general de la planta. De todas formas, no me quiero anticipar tanto y esto ya lo iré pensando y mostrando sobre la marcha.
Para ir terminando, me gustaría que os quedarais con la idea de que las gardenias son bastante fáciles de cuidar y que la fama inmerecida de ser plantas difíciles, es eso, inmerecida. Si estáis dudando en adquirir alguna, yo os animo a hacerlo porque son plantas bastante agradecidas y resistentes que no necesitan cuidados tan "especiales" como suelen hacernos creer.
De hecho, si sabéis cuidar un geranio, cuidar una gardenia es casi igual. Solo hay que tener en cuenta que las gardenias adoran el hierro y son grandes consumidoras de él, por lo que se lo hay que ir aportando regularmente en forma de quelatos. Los demás cuidados son casi idénticos, pero con un poco menos de sol que un geranio.
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