Todos los abonos son buenos

Si hay un tema que suele levantar dolores de cabeza entre los aficionados a la jardinería, es el tema de los abonos. Y es normal porque hay 800.000 mil tipos en el mercado y es un lío aclararse con todo esto y tampoco vamos a comprar un abono diferente para cada planta.

Para empezar, hay que decir que las plantas no entienden de abonos y les da bastante igual qué abono se utilice. Ellas quieren nutrientes y el resto les da igual. Por ejemplo, puedes usar un abono de frutales en un geranio y no pasará absolutamente nada porque los tipos de nutrientes van a ser los mismos.

Lo único que importa es conocer la composición de esos abonos. Vamos a ver algunos de ellos para hacernos una idea:

  • Abonos equilibrados tipo 15-15-15: aportan las mismas cantidades de NPK
  • Abonos bajos en nitrógeno tipo 10-20-20: aportan menos nitrógeno y más fósforo y potasio
  • Abonos monoelementales tipo 20-0-0: aportan un solo nutriente

Seguramente no encontraréis abonos con esta composición exacta en vuestro centro de jardinería, pero eso no importa. Lo importante no son los números en sí, sino la relación que hay entre ellos.

Por ejemplo, la mayoría de los abonos líquidos que encontramos en el mercado suelen ser del tipo 4-6-5 y yo los considero abonos equilibrados porque no hay ningún elemento que destaque sobre los demás. Si fuera, en cambio, 4-6-20, ya lo consideraría un abono alto en potasio.

Otra cosa es la concentración de que tenga un abono. Por ejemplo, hay abonos granulados tipo 20-20-20 y también 10-10-10. La relación entre los nutrientes es la misma, pero un abono es más concentrado que el otro, así que para el primer abono tendremos que emplear una cierta cantidad y para el segundo abono tendremos que usar el doble. Pero tranquilos porque sea cual sea el abono, el fabricante siempre nos indicará la cantidad exacta que hay que utilizar.

A lo largo de todos mis años de experiencia cultivando plantas he podido probar una gran variedad de abonos, unos más equilibrados, otros bajos en nitrógeno, abonos orgánicos, químicos, sólidos, granulados, de aplicación mensual, de aplicación trimestral, etc, etc. Y pese a quien le pese, tengo que decir que no noté grandes diferencias entre un abono y otro, porque al final, el abono solo representa un elemento más en el crecimiento de las plantas.

No nos debemos olvidar de otros factores que pueden afectar en el crecimiento como es el tipo de sustrato, la calidad de luz que reciben, las técnicas de poda o incluso la calidad de agua que se usa para regarlas. El abono únicamente sería un factor más a tener en cuenta.

Así que si alguien me pide recomendación, yo le aconsejaría que comprara un abono más o menos equilibrado y que no se complique mucho con este tema. Y si ya el abono tiene microelementos, mejor que mejor.

Abonos líquidos de estas características los hay baratísimos por un rango de precios que varía entre 1-3€. No hace falta ni siquiera que sean abonos de marca, pero sí que sean de un fabricante serio que ofrezca ciertas garantías de calidad.

Para que os hagáis una idea, hace unos años compré un saco de 25kg de abono granulado de composición 12-12-19 (+ micronutrientes) y se lo pongo a todas las plantas que tengo: rosales, frutales, cactus, suculentas, bulbosas, vivaces, camelias, gardenias, etc. Me valió unos 16€, pero merece la pena porque hace casi 10 años que lo tengo y aún no gasté ni la mitad del saco.

A mí me resultan más cómodos los abonos granulados porque los echo en la maceta y me olvido de volver a abonar hasta dentro de 2 o 3 meses. Los abonos líquidos también me gustan, pero cuando ya tienes una cantidad importante de plantas para abonar, da más pereza hacer las disoluciones y no los veo tan prácticos, así que prefiero los granulados.

Los abonos específicos para geranios, para violetas, para orquídeas, para cactus... son formas de venderte la moto y solo son estrategias de marketing. En ninguna tienda agrícola seria vas a ver abonos específicos de este tipo y únicamente tendrán abonos según su composición, sin importar si son para ponérselos a una lechuga o a un geranio.

Así que lo dicho: todos los abonos son buenos.

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