Bajo el nombre de cochinilla algodonosa se incluye a un montón de géneros de insectos de la familia de los Pseudococcidae, y aunque algunos de estos insectos son inofensivos, otros llegan a constituir plagas realmente importantes en las plantas. Existen más de 2.000 especies diferentes, pero las más frecuentes en los cultivos pertenecen a los géneros Planococcus y Pseudococcus.
Las cochinillas algodonosas tienen dimorfismo sexual, por lo que los machos y las hembras adultos se pueden diferenciar muy bien. Las cochinillas macho pasan por la fase de huevo, ninfa, prepupa, pupa y adulto. Las hembras pasan por las fases de huevo, ninfa y adulto.
Recordaréis la entrada de las hormigas, donde vimos que las hormigas tenían una metamorfosis completa con sus 4 fases: huevo, larva, pupa y adulto. Con la cochinilla algodonosa esto no ocurre así y se saltan la fase de larva y de pupa. Pasan de la etapa de huevo a la etapa de ninfa y después a la etapa adulta, haciendo una metamorfosis sencilla o parcial.
El estado de ninfa es un estado subadulto, en el que el insecto tiene la apariencia casi de adulto, pero aún no es maduro sexualmente y no tiene las alas desarrolladas.
Las hembras mantienen las características de ninfas sin alas, aunque a diferencia de otros insectos escama, ellas poseen patas y se pueden desplazar. Los machos, en cambio, sufren un cambio más radical en su ciclo de vida y pasan de ninfas sin alas a adultos con alas.
Las hembras tienen un exoesqueleto córneo recubierto de una sustancia blanca cerosa y de aspecto algodonoso que les brinda protección y camuflaje. Son las únicas que se alimentan en su estado adulto y utilizan un sistema de punción-succión igual que hacen los pulgones. Cuando encuentran un vaso de floema, extraen la savia de él. Pueden estar adosadas en las raíces, en el cuello de la planta, en las ramas, hojas e incluso en alguna herida que tenga la planta.
Los machos no se alimentan, por lo que viven solo durante 1 o 2 días y su único fin es fertilizar a las hembras. También son de tamaño más pequeños que las hembras.
Algunas especies de cochinillas pueden depositar entre 200 y 600 huevos en el interior de una envoltura algodonosa. En otras especies, las hembras dan a luz directamente a otras cochinillas sin necesidad de poner huevos.
Se producen unas 15 generaciones de cochinillas al año y las hembras se mueren al poco tiempo de depositar los huevos. Los huevos eclosionan entre los 3 y 15 días.
La plaga de cochinillas algodonosas se manifiesta en la pérdida de vigor en la planta, la aparición de deformidades en los tallos y en las hojas, en la caída prematura de las hojas, en la aparición del hongo fumagina y en la sensación pegajosa al tocar las hojas o los tallos de la planta debido a las secreciones azucaradas que producen.
Su diagnóstico se hace por observación directa de los insectos. Algunas veces se puede utilizar una lupa, pero no es necesaria, ya que se ven bien a simple vista.
Para eliminarlas hay que utilizar productos que puedan traspasar o eliminar esa capa de cerosa que las recubre. Se puede utilizar alcohol de 96º rebajado con agua para disolver la cera y después un producto insecticida. También se puede usar jabón potásico por su capacidad para disolver las grasas y la melaza y su efecto insecticida, pero hay que repetir el tratamiento durante bastante tiempo para que se noten los resultados.
Algún año me encontré con algunas cochinillas algodonosas en mis plantas, pero las cogí muy a tiempo y las eliminé a mano porque eran muy pocos insectos. Sin embargo, la mayoría de las veces será mejor utilizar un insecticida de efecto sistémico para poder eliminarlas porque suelen formar grupos o colonias en zonas poco accesibles de la planta, como en las axilas de las hojas, entre dos ramas que crezcan juntas, debajo de la corteza e incluso también en las raíces y los tratamientos locales no suelen alcanzarlas bien.
En cuanto a su control biológico, podemos usar a las larvas de mariquita porque se alimentan de ellas, pero no la darían eliminado la plaga por completo. Os recalco siempre sobre la importancia del uso racional de insecticidas sintéticos para el control de las plagas, pero en el caso de la cochinilla, llega a ser casi la única opción realmente efectiva para poder eliminarlas por completo.
Por último, no me quería olvidar de comentarios que las cochinillas algodonosas suelen asociarse con las hormigas. Las hormigas son muy oportunistas y las pastorean igual que hacen con los pulgones para que produzcan más melaza. Por lo tanto, si vemos hormigas, hay que revisar las plantas por si tienen cochinilla.
Muchas gracias por la entrada. Tengo que revisar las plantas, que en esta época proliferan las plagas. La semana pasada no le vi pulgones ni cochinillas algodonosas, pero hay que estar atentos, porque ayer me pareció ver hormigas en un rosal. Es la época de tener a mano jabón potásico si se pillan "bichos" a tiempo.
ResponderEliminarEn este tiempo, sí, todo son plagas. Los brotes tiernos de las plantas, el clima cambiante con días de calor, noches frías, lluvias repentinas... Es un caldo de cultivo para las plagas. Ahora toca ir revisando las plantas para evitar que las plagas se descontrolen. Yo ya estoy peleando con los pulgones, pero con el jabón potásico los voy dominando.
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