Las hormigas son insectos pequeños de 1 a 3mm de largo que pertenecen a la familia de las Formicidae. Existe un número enorme de especies, tanto que en algunos sitios mencionan que hay más de 15.000 diferentes. Forman parte de la orden de los himenópteros, que es la misma orden de las abejas, abejorros y avispas. De hecho, allá por el Cretácico existió un antepasado común a todos estos insectos y por eso, aún hoy en día, tienen muchas características anatómicas y de comportamiento muy similares.
Las hormigas, igual que las abejas, son animales sociales y viven en colonias llamadas hormigueros. La población de los hormigueros se organiza en diferentes castas y así cada individuo tiene una función concreta. Existe:
- Una hormiga reina: que vive entre 15 y 30 años y se dedica exclusivamente a poner huevos. En condiciones ideales puede poner 1 huevo cada 2 o 3 minutos. Ni siquiera se alimenta por sí misma y otras hormigas se encargan de proporcionarle el alimento.
- Hormigas nurses: que se dedican al cuidado y protección de los huevos y a la alimentación de las larvas.
- Hormigas soldado: que tienen una mandíbula muy desarrollada y se encargan de la defensa del hormiguero.
- Hormigas obreras: que se encargan de explorar las zonas cercanas al hormiguero para buscar comida, realizar la limpieza dentro del hormiguero, ampliar el hormiguero cuando haga falta, etc. Son la mano de obra. Viven entre 1 y 3 años.
- Zánganos: son las únicas hormigas macho que existen en el hormiguero y su única función es la de fecundar a una hormiga princesa para que se convierta en reina.
Todo hormiguero tiene un origen y ese comienza con la fecundación de una hormiga princesa por parte de varios zánganos. Esto suele ocurrir hacia el final verano después de una lluvia, aprovechando que el terreno está más blando. Tras este apareamiento, los zánganos se mueren y la hormiga princesa, ahora ya fecundada, se arranca las alas y se las come para recuperar un poco de energía y comienza a cavar un pequeño hormiguero que nunca más abandonará en toda su vida. A partir de este momento ya se convierte en una hormiga reina con su propio reino.
La hormiga reina guarda el esperma de los zánganos con los que se apareó en un saco llamado espermateca y puede poner dos tipos de huevos. Los huevos fecundados originarán hormigas obreras o soldados según la alimentación que reciban en su fase larval y los huevos no fecundados originarán hormigas machos que se convertirán en zánganos en su fase adulta.
Al inicio del hormiguero pone unos pocos huevos especiales que se desarrollarán muy rápido y de lo que nacerán de ellos unas hormigas más pequeñas de lo normal y con una vida más corta de lo habitual, pero servirán para ayudar a la reina en estos momentos iniciales. Con el paso de los días y las semanas, la hormiga reina irá generando a las típicas hormigas obreras, nurses y soldados y el hormiguero ya estará organizado en sus castas y será totalmente funcional.
Las hormigas pasan por una metamorfosis completa con 4 etapas de desarrollo. Comienzan con un huevo que se incuba durante 1 o 2 semanas, de él nace una larva sin ojos ni patas que tiene que ser alimentada por otras hormigas, luego la larva se convierte en una pupa y finalmente alcanza la adultez con la morfología de una hormiga propiamente dicha.
Una vez que llegan a la fase adulta, su primer trabajo consiste en cuidar de la reina durante unos días, después realizan trabajos en el hormiguero y cuando ya son más mayores se dedican a labores de exploración en el exterior y a recolectar comida. Una explicación del por qué se organizan de esta manera podría ser que el exterior del hormiguero es peligroso para ellas y sufrirían de numerosas bajas, y este riesgo únicamente sería aceptable para las hormigas más mayores que tienen una esperanza de vida más corta.
El hormiguero tiene una organización muy definida y cada hormiga tiene su función. Si alguna de ellas la incumple, el resto del hormiguero irá contra ella. Incluso si la hormiga reina enferma o se muestra agotada por debilidad o por vejez, el hormiguero, sus propias hijas, la acabarán atacando y matando al dejar de cumplir su función.
La alimentación de las hormigas es omnívora y se alimentan casi de cualquier cosa: hongos, semillas, hojas, otros insectos, néctar, etc. Los efectos que causan las hormigas en las plantas es mínimo, casi inapreciable, pero se asocian con otros insectos que sí pueden causar daños severos en las plantas. Por ejemplo, se asocian con pulgones o con cochinillas, ofreciéndoles protección a cambio de los azúcares que excreten ellos al alimentarse de la savia de las plantas. Es una relación mutualista en la que ambos insectos salen ganando.
Hormigas protegiendo a cochinillas |
Otras veces crean asociaciones directas con las plantas. Esto lo podemos ver, por ejemplo, en los capullos de las Paeonias. Los capullos segregan pequeñas cantidades de néctar que sirven de alimento a las hormigas y ellas se encargan de mantenerlo limpio. Algunos estudios incluso recogen que las hormigas llegan a estimular la apertura del capullo con los pisotones continuos que realizan sobre él.
Tal acabamos de ver, el ciclo de vida de las hormigas es bastante complejo y pueden hacer relaciones con otras plantas e insectos para obtener algún beneficio. No suelen efectuar daños directos en las plantas, pero pueden transportar pulgones o cochinillas para su provecho.
En sí misma no me parece una plaga que haya que eliminar, pero hay que tenerla un poco vigilada para evitar que propaguen otras plagas.
Umm... La única planta que tengo con hormigas en el jardín es el rosal Monica Bellucci, no me hace ninguna gracia... Si fueran 2 o 3... Pero creo que han creado una colonia ¿algún consejo?
ResponderEliminarPor una planta sola no me preocuparía demasiado. Solo vigila que el rosal no tenga pulgones o cochinillas que las atraigan porque son a los que les hay que dar el tratamiento.
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