Técnica para esquejar camelias detalle a detalle

Ahora que estamos en julio llega el momento de hacer los esquejes de las camelias y como me pidieron que explicara mi manera de hacerlos, aquí os lo enseño. Vais a ver que es un proceso tan sencillo que casi cae por lógica, pero aun así espero que os parezca interesante y que os pueda servir. Viendo el resultado que tuve el año pasado, este año quise hacer aún más esquejes.

Lo primero que tengo que decir es que el método de preparar los esquejes es bastante rápido de hacer, pero es lento de comprobar el resultado porque hasta mitad de otoño no nos haremos una idea de la cantidad de esquejes que enraizaron. Y lo segundo que tenemos que considerar es que un 25-30% de los esquejes se acabarán muriendo estos primeros meses, así que habrá que poner unos cuantos de más para compensar todas esas pérdidas.

Los materiales que vamos a necesitar son:

  • Macetas de plástico anchas y de poca altura. Yo utilizo envases de comida a los que les hago unos agujeros de drenaje en el fondo.
  • Turba negra. A pesar de que algunos la demonizan y se ponen a hacer mezcladillos de varios sustratos, a mí me gusta la turba negra porque me parece un sustrato sencillísimo de encontrar en cualquier sitio y además funciona bien.
  • Bolsas de plástico transparente. Nos valen perfectamente las bolsas de coger la fruta en la frutería o las que vienen con las lechugas.
  • Gomas elásticas o cinta adhesiva. A mí me gustan más las gomas elásticas porque me parecen más prácticas de quitar y poner.
  • Y por supuestos, los esquejes. Tienen que ser de 8-12cm de longitud con unas 5 o 6 hojas más o menos. Los esquejes tienen que ser de madera semimadura y los cogeremos a mitad de julio, cuando el tallo se empiece a poner de color marrón y se empiece a lignificar. No son válidos los esquejes que sean muy largos, así que es mejor pecar de cortos.

Vamos a ver ahora la técnica con todo detalle. Siento la calidad de las fotos, pero no había mucha luz cuando las hice y salieron un poco movidas.

A la hora seleccionar los esquejes adecuados nos fijaremos en un detalle. En la foto veis que el tronco del esqueje tiene dos colores: un marrón en la parte inferior y un verde en la parte superior. La parte marrón es el crecimiento del año pasado y la parte verde es el crecimiento de este año. Solo nos será útil la parte verde porque la parte marrón está más lignificada y le costará mucho más formar las raíces.

Aquí vemos la rama anterior ya preparada. Quitamos la madera marrón del año pasado, arrancamos las hojas de todo el tronco y solamente dejamos una o dos hojas superiores. Esas hojas también las cortamos a la mitad para que no haya un exceso de evapotranspiración y evitar que el esqueje se deshidrate.

Un grupo de esquejes ya listos para plantar. La mayoría tienen 5 o 6 yemas, pero si son muy grandes podemos cortarlos.

Sobre el mes de junio y julio, las camelias cierran el crecimiento apical y es el momento ideal para reproducirlas.

El año pasado puse los esquejes al azar sin identificarlos y hasta que florezcan no voy a saber cómo es la flor. Este año opté por atarles unos hilos de colores para mantenerlos siempre identificados. Este método de identificación ya lo vimos en una entrada hace varios meses.

Aquí tenemos todos los esquejes ya plantados. Yo los entierro bastante y si tienen 5 o 6 yemas, solo les dejo 1 o 2 al aire. Al menos tienen que tener 3 o 4 yemas enterradas.

Así es cómo quedan al final del proceso con su bolsa de cucurucho. Con la goma elástica conseguimos un cierre hermético, de modo que se crea una alta humedad en el interior que evita su deshidratación. Tampoco nos hará falta regar el sustrato porque no hay casi pérdidas de agua por ningún sitio.

Por último, ponemos los esquejes en el exterior, en un sitio fresco donde reciban un poco de sol directo suave. Yo los coloco en una orientación norte y solamente reciben 1 o 2h de sol directo al final de la tarde cuando ya es muy débil y casi ni calienta. Si está todo bien, a las pocas horas aparecerán gotas de condensación en las paredes de la bolsa, señal de la alta humedad en el interior.

Otra cosa que no comenté es que los esquejes no los clavo directamente en el sustrato porque me da la sensación de que esa fuerza hay que hacer para enterrarlos puede dañar las células del cambium y perjudicar el enraizamiento. Prefiero hacer primero el agujero con un palito y después colocar el esqueje dentro y presionar el sustrato a su alrededor. Creo que así evitamos microheridas que nos pueden llevar los esquejes al traste.

Y no les hago nada más. No les pongo abonos, ni hormonas de enraizamiento, ni fungicidas, ni nada de nada, es todo muy sencillo.

Ahora solo queda tener mucha paciencia y esperar. Lo mejor es dejarlos medio olvidados y no volver a abrirlos hasta el otoño o solo cuando veamos que no se forma condensación en la bolsa porque se está perdiendo humedad por algún lado. De la manera en la que están pueden pasarse casi todo el verano sin tener que abrirlos para nada, así que paciencia.

Para terminar, os dejo un enlace a un conocido vivero en el que explican su técnica de multiplicar las camelias por medio de esquejes. Evidentemente, utilizan métodos profesionales y no entran en detalles, pero el principio se basa en lo mismo: obtener los esquejes en verano utilizando los brotes jóvenes y mantenerlos con una gran humedad.

Comentarios

  1. Mejor explicado imposible. Se ve sencillo pero la camelia que quiero multiplicar por esquejes o es de las difíciles o soy gafe, porque he puesto un montón y todos se han quedado por el camino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. El tutorial fue un poco por mi experiencia personal y por el resultado que conseguí el año pasado. Otros años intenté hacer esquejes, pero nunca me salía ninguno adelante y fue probar este método y me dio resultado

      Eliminar

Publicar un comentario