Abonos para plantas acidófilas

El mundo de las plantas está saturadísimo de marketing por todos lados. Tenemos abonos para orquídeas, para tomates, para trepadoras, para plantas de interior, para cactus, para violetas africanas... y para plantas acidófilas. Hoy voy otra vez a ser un poco destroyer, pero es que me encanta tirar mitos sin fundamento. Como tampoco quiero hablar por hablar, me tomé unos minutos para buscar estudios científicos sobre los abonos para plantas acidófilas y no encontré absolutamente nada sobre ellos. Qué raro, ¿no?

Se supone que un abono para plantas acidófilas tiene que tener algún producto o "algo" que lo haga apto para este tipo de plantas, pero ¿qué es ese "algo"?

-Un abono para plantas acidófilas no disminuye el pH del agua de riego. Os invito a comprobarlo con unas tiras medidoras y veréis que el pH del agua no varía después de diluirle el abono. Hay algunos que llevan algún ácido, como el ácido cítrico, y cuya función consiste en reaccionar con el calcio para formar una sal y que de esta manera el calcio no interfiera en la absorción del resto de nutrientes. Este tipo de abono con un ácido es bastante difícil de encontrar y tampoco es que sea demasiado conocido.

-Un abono para plantas acidófilas tampoco incorpora quelatos de hierro. Algunos sí que los llevan en dosis bajísimas y además suelen ser quelatos de tipo EDTA, que son unos quelatos reguleros como ya vimos hace unos meses. Estos quelatos también los llevan algunos abonos para plantas generalistas y, sin embargo, no vienen especificados para plantas acidófilas, así que los quelatos no son un criterio diferenciador.

-Un abono para plantas acidófilas tampoco tiene una composición especial de macro y micronutrientes. Aquí también os vuelvo a invitar a que lo verifiquéis por vosotros mismos comparando los abonos de fabricantes diferentes. Vais a ver que cada uno tiene una composición diferente y que su formulación no se basa en ningún criterio.

Al final, la mayoría de los abonos para plantas acidófilas resultan ser abonos normales y corrientes que no tienen nada especial, así que tampoco debemos obsesionarnos con buscar el abono perfecto para nuestras plantas. El abono no lo es todo y es más importante considerar el resto de cuidados que reciba la planta como el uso de sustratos adecuados, una hidratación correcta, exposición solar adecuada, etc. El cultivo de plantas es un conjunto de cuidados e insisto en que el abono solo representa una pieza o un complemento más en todos esos cuidados.

Así que mi recomendación es que no os dejéis llevar por el marketing de los fabricantes y que compréis un abono general y que luego lo complementéis con algún quelato de hierro si es que este nutriente llega a ser necesario o si tenéis sustratos o aguas con mucho calcio. Tampoco se trata de comprar 80 abonos específicos para cada tipo de planta y si podemos simplificar las cosas será mucho mejor.

Os lo conté en varias ocasiones y os pongo de ejemplo a mis gardenias. A ellas les pongo un abono común y ya vais viendo el buen aspecto que tienen. Os comento el caso de las gardenias porque son las plantas acidófilas que estoy cultivando ahora mismo en maceta, pero las camelias o las hortensias que tengo en tierra firme no llevan ni siquiera abono. A las camelias como mucho les pongo una vez al año, si es que me acuerdo, y las nuevas que planté hace un par de semanas tampoco van a llevar gran cosa porque no quiero ponerles ningún aditamento ni estar muy pendiente de ellas.

Para rematar, puede que me haga un poco pesado porque siempre que hablo de abonos os termino enlazando a la misma entrada, pero os recuerdo que todos los abonos son buenos.