Hojas amarillas en la gardenia

Estamos en un momento complicado para las gardenias, bueno, más que un momento complicado para ellas diría que es un momento complicado para quien las cuida porque ahora las gardenias dan un bajón.

A finales de primavera las gardenias amarillean las hojas y es un proceso totalmente normal en ellas, pero claro, al ver que gran cantidad de las hojas se ponen amarillas muchas personas se acaban preocupando y tratan de abonarlas o regarlas más de la cuenta pensando que así se solucionaría el problema y eso no es lo que hay que hacer. Simplemente hay que seguir cuidándolas de la misma manera que estuvimos haciéndolo hasta ahora y que la gardenia siga con su ciclo normal de crecimiento.

Voy a poner ahora unos ejemplos que sirven para hacer un diagnóstico diferencial de lo que sería un proceso normal y lo que sería un proceso patológico provocado por algún problema que se está manifestando en las hojas.

Proceso normal

Las hojas superiores se mantienen verdes mientras que solo amarillean las hojas inferiores. Toda la hoja cambia a un amarillo homogéneo y rara vez aparecen manchas más oscuras. Las hojas no se desprenden con facilidad porque la planta está absorbiendo nutrientes de ellas. Es igualito a lo que ocurre en otoño con las hojas de las plantas caducas. Si queréis saber más sobre los pigmentos vegetales y porqué se ponen amarillas, aquí hay más info.

Ambas fotos sacadas el mismo día, las hojas inferiores están amarillas y sin embargo, la planta se ve perfectamente sana, llena de brotes y creciendo.

La misma planta anterior vista un mes después de haber amarilleado las hojas.

Procesos patológicos

Clorosis férrica severa: hojas jóvenes amarillas manteniendo los nervios de color verde. Aquíya hablé más en profundidad de este problema y de cómo solucionarlo.

Quemaduras de sol: zonas marrones y secas a modo de parches cuando el resto de la hoja se mantiene sana.

Deshidratación: hojas lacias, sin su brillo característico y faltas de vida, manchas amarillas a parches y las hojas se caen con facilidad al tocarlas debido a un intento de la planta de reducir la transpiración al mínimo. Necesita un riego urgente.

Deshidratación severa: hojas acartonadas, plegadas sobre sí mismas y que se parten en trozos al manipularlas. Esta planta ya está prácticamente muerta.