Hoy voy a hablar de una de las carencias nutricionales más frecuente en las plantas: el déficit de hierro.
Todos los sabemos que los macronutrientes básicos para las plantas son el trío NPK. De estos elementos va a ser rarísimo ver una carencia porque todos los abonos los aportan en mayor o menor medida. Sin embargo, el hierro es el 4º elemento fundamental en las plantas y muy pocos abonos lo contienen. No llega a considerarse un macronutrientes, pero casi casi.
Una clorosis consiste en un estado anormal en el que las plantas no pueden fabricar la suficiente cantidad de clorofila y por tanto las hojas se van a ver de un color verde pálido, amarillo o incluso blanco en casos ya muy extremos. Cuando la clorosis se produce por una falta de hierro se denomina clorosis férrica.
Identificar una clorosis férrica es bastante sencillo y en la mayoría de los casos solo basta con echar un vistazo general a la planta para identificar las siguientes características:
- Siempre empiezan a palidecerse primero los brotes y hojas más jóvenes
- Los nervios de las hojas suelen mantener el color verde habitual
- Es más frecuente es suelos alcalinos y con poco cantidad de materia orgánica
Y por último también es un poco de sentido común. Si una planta necesita un nutriente en cantidad medio-alta y los abonos no lo contienen, casi seguro habrá un déficit de ese nutriente y no de otro. Por ejemplo, va a ser más fácil que haya un déficit de hierro, que a lo mejor de cobre porque la planta solo necesitará un 0,0001mg de cobre y esas pequeñas trazas de cobre se aportan de forma natural con la propia agua de riego o con alguna emmienda orgánica como las turbas o el compost.
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