Sooty blotch

¿Veis esas manchas oscuras en la manzana? Son hongos.

La enfermedad Sooty blotch (no tiene una traducción oficial en español, pero sería algo como "mancha de hollín") es un problema que afecta a las frutas y las hojas de varias plantas, causando manchas oscuras y aceitosas en la superficie de las mismas. No tenemos que confundirla con la fumagina que ya vimos anteriormente. La fumagina es superficial y se asienta sobre la superficie de la manzana, mientras que el Sooty bloctch lo hace justo en el interior de la piel de la manzana.

Esta enfermedad puede estar causada por un amplio abanico de hongos como son los de la familia Capnodiales, incluyendo el Phyllosticta, el Phloeospora, el Zygophiala y el Scorias, lo que explicaría la variabilidad en el tipo y forma de estas manchas.

Por suerte, estos hongos no provocan una reducción de la cosecha y tampoco penetran o estropean la manzana, pero suponen un problema estético que deprecia el fruto destinado al consumo en fresco. En las manzanas de sidra afectadas por el hongo no se pudo determinar si les aportaba algún sabor o si afectaba negativamente en la calidad de los productos elaborados, así que es una enfermedad casi exclusivamente estética.

Aunque su aparición más típica es en las manzanas, también puede presentarse en peras, ciruelas y otras especies.

Las esporas del hongo son liberadas desde estructuras fúngicas en hojas, ramas u otras superficies cercanas. Estas esporas son transportadas por el viento y pueden aterrizar en la superficie de las manzanas.

Cuando las condiciones son favorables (temperatura y humedad adecuadas), las esporas germinan y producen estructuras de crecimiento llamadas tubos germinativos. Estos tubos penetran la cutícula protectora de la fruta y acceden a los tejidos más internos. Una vez que alcanza los tejidos de la manzana comienza a formar una capa de micelio sobre la superficie de aspecto viscoso y pegajoso. Con el tiempo, esta capa de micelio da lugar a las manchas oscuras sobre la piel de la manzana.

En mayo-junio se produce el contagio en las nuevas manzanitas que se están formando. Estos hongos se desarrollan con mucha lentitud, lo que explica que los primeros síntomas no se empiecen a notar hasta mediados o finales de julio. Un factor clave para su contagio y desarrollo es la combinación de humedad y calor, y eso, en el norte de España, es muy fácil conseguirlo.

Aquí ya vemos unas colonias del hongo en pleno julio.

A medida que el micelio sigue desarrollándose, el hongo va produciendo nuevas esporas que van liberándose al ambiente o se diseminan a través del viento, la lluvia, por contacto directo o incluso por insectos que se posan en la fruta contagiada.

Durante los meses de invierno, el hongo puede sobrevivir en forma de esporas latentes en las estructuras de las plantas, como brotes, hojas o ramas. Estas estructuras actúan como reservorios del patógeno y reinician el ciclo de infección en la siguiente temporada de crecimiento.

En algunos estudios se analizaron diversas variedades de manzanas y concluyeron que las manzanas de piel clara y que maduran al final de la temporada (Regona, Verdialona, Durona de Tresali, Goldrush) son las más propensas a la enfermedad. Como ya comenté, el hongo se desarrolla muy lentamente, lo que explica que las variedades que maduran y se recogen pronto tengan menos síntomas por el simple hecho de que al hongo no le dio tiempo suficiente a desarrollarse.

El mayor desarrollo en las manzanas de piel clara podría deberse a que en las manzanas de piel roja son menos perceptibles estas manchas y también a la presencia de antocianinas. Vimos que las antocianinas son unos pigmentos vegetales con una amplia y diversa actividad biológica y puede que también tengan un cierto papel protector o fungicida que impida el desarrollo del hongo en los frutos.

Esta, en cambio, se mantiene sana.

Igual que ocurre en otras enfermedades fúngicas, la prevención resulta fundamental. Entre las prácticas recomendadas podemos considerar el uso de plantas que sean naturalmente más resistentes a estos hongos, el monitoreo regular de las plantas, la eliminación de frutas afectadas, las podas adecuadas que favorezcan la insolación y la aireación de la copa.

Una vez que se manifiesta la enfermedad, se pueden utilizar fungicidas de contacto como azufre o polisulfuro de calcio. Yo no trato mis manzanos con nada porque ya vimos que es un hongo que no afecta a la calidad ni al sabor del fruto y solo estropea su apariencia estética. No me compensa hacer tratamientos enfocados a estos hongos cuando se pueden comer las manzanas perfectamente y si me da un poco de cosa, también puedo pelar la fruta. No me apetece liarme con tratamientos químicos por culpa de este problema tan superficial.

Información obtenida de: aquí, aquí y aquí.

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