Estuve haciendo unas fotos a las plantas madre de gardenia para comprobar su crecimiento desde que les quité los esquejes y menudo cambio pegaron. En un mes pasaron de ser unos palos "tirachinas" a ser unas plantas bastante bien formadas. No tienen ramas larguiruchas y el crecimiento es bastante homogéneo por todas las zonas sin que haya ramas más vigorosas que otras.
Ahora estoy muy contento con la manera en la que reaccionaron estas plantas porque ganaron frondosidad siendo bastante pequeñas. Y ya se sabe lo que ocurre con las gardenias: cuantas más ramas, más flores.
En los años sucesivos, la poda consistirá en mantenerles esta forma redondeada y que se vayan haciendo progresivamente más grandes. Será muy parecida a la poda de formación de los árboles frutales que ya vimos hace unos meses.
Los cuidados que tuvieron fueron los habituales de siempre. Agua, abono, sol, ubicación, etc, todo lo mantuve igual porque el exceso de cuidados también mata las plantas. Así que si algo funciona, lo dejamos así.
Incluso podría a aventurarme a sacarles más esquejes, pero creo que las voy a dejar así porque ya tengo sobrestock de tantas gardenias.
¿No os parece increíble cómo una acción tan simple puede cambiar el destino de una planta? De ser unos palitos con dos ramas peladas por las que nadie daría un duro, ahora son unas plantas ramificadas con un gran potencial por delante. Lo mismo se puede aplicar a otros aspectos personales, una decisión puede cambiar el rumbo de todo.
A mi gardenia este año debo hacerle una poda radical. Ya tiene ramas muy largas y la forma que tiene ahora es algo desordenada. Y de paso poner esquejes que al parecer no son de los complicados. Tengo unos 4 o 5 de este año con raíces. Muchas gracias por el post.
ResponderEliminarSeguro que se pone preciosa en unos meses. Luego solo tienes que irle pinzando las ramas de vez en cuando para que conserve la forma compacta. Y siempre al final de la floración y no en primavera, porque ahora están empezando a formar los capullos.
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