Como mencioné en la entrada anterior, existieron 3 clases de rosas que estuvieron presentes en los tiempos de los griegos, romanos, egipcios y persas: fueron los rosales alba, gallica y damascenos; y hablamos de que las civilizaciones antiguas recolectaban los pétalos de los rosales para sus festivales y que apreciaban mucho su perfume.
Si buscamos un momento y un lugar para situar los rosales gallica, nos tenemos que ir a Francia. La palabra "gallica" se puede traducir como "de Francia" y nos remontaremos a un periodo que abarca desde el siglo XII al XIX, donde los rosales gallica estuvieron su máximo apogeo y se usaron por su valor simbólico, como planta de jardín y por el ansiado color rojo. En referencia a su color rojo, podéis ver que a estas rosas también se las llamaba como "Rosa Roja de Lancaster", la "Red Provins" o incluso la "Red Damask", aunque los rosales no sean realmente damascenos ni tampoco rojos.
Entre la época de los romanos y las civilizaciones antiguas hasta la Edad Media, hay un tiempo entre medias, pero ¿qué pasó con los gallica en ese periodo? Algunas historias dicen que estos rosales estuvieron viajando al imperio romano oriental y que luego fueron traídos de vuelta por las Cruzadas, igual que sucedió con los rosales damascenos. Puede que esas historias sean ciertas, pero para mí la historia que me parece más real es que los gallica se quedaron siempre en Europa y que los monjes los mantuvieron en los jardines de sus monasterios para su uso herbal y medicinal.
La razón por la que creo esto es porque en la Edad Media, estos rosales estuvieron muy asociados al cristianismo y tenían uso medicinal. En la Edad Media, a estas rosas se les comenzaron a atribuir interpretaciones simbólicas que aún se conservan hoy, como que las rosas rojas eran un símbolo de pasión. Y no solo era una pasión romántica, sino que también las nombraban en muchos poemas, historias y en el folklore de esos años. Cualquier historia que tuviera que ver con el romance o con jóvenes enamorados incluía alguna rosa y también la pasión religiosa.
La Iglesia cristiana comenzó a interpretar y a incorporar la rosa en sus símbolos y en sus trabajos, por lo que se veían imágenes de rosas en las vidrieras, los altares, en su arte y hasta las podemos ver en las cuentas de los rosarios. También comenzaron a aparecer en las historias de los milagros cristianos de la época y cada vez se integraron más en la religión de ese momento.
'Virgen del rosal' de Martin Schongauer, 1473. |
Vamos a ver ahora unos ejemplos de rosas gallica y empezamos con la rosa más popular de ese periodo.
Rosa gallica officinallis |
La primera que vamos a ver es la rosa 'Apotecari' o rosa gallica officinallis, que la llamaron así porque se le atribuían muchas propiedades medicinales y se vendía en los apotecarios de la época, que eran una especie de farmacia medieval en donde se vendían muchas hierbas medicinales.
Era una rosa tan fuertemente asociada a los apotecarios que incluso se llegó a convertir en el emblema de esas tiendas. Incluso leí que en Provins, durante el siglo XVI, no se podía caminar por las calles sin cruzarse con 10 boticarios y cada uno de ellos tenía una rosa 'Apotecari' plantada en la entrada.
La rosa en sí no es muy sofisticada si la comparamos con otros gallicas. Se trata de una rosa doble o semidoble de un color intenso y no demasiado bien formada, dándole un aspecto desordenado a la flor. Sin embargo, se convirtió en la madre de todas las rosas gallicas.
Rosa gallica versicolor |
Un pequeño avance respecto a la rosa de los apotecarios es la rosa gallica versicolor, que es una mutación natural o sport de la 'Apotecari', y que también se conoce como 'Rosa Mundi'.
A comienzos de 1170, tenemos a Enrique II y Leonor y a una joven llamada Jane Clifford. Leonor y Enrique fueron los padres de Ricardo Corazón de León y del príncipe John, quienes luego aparecen en las historias de Robin Hood.
Según cuenta la historia, Jean Clifford era tan hermosa que nadie la llamaba por su nombre de pila y la llamaban "Rosa Mundi" en honor a la 'Rosa Mundi' o la rosa del mundo. Cuando Leonor se enteró de que Enrique tenía una aventura con la joven, él escondió a "Rosa Mundi" lejos de Leonor en una de sus fincas y construyó un elaborado laberinto con "Rosa Mundi" para que solo él pudiera encontrarla.
Leonor fue tras ella, y según cuenta la historia basándose en la mitología griega, Leonor usó la táctica de Teseo y llevó con ella un carrete de hilo que fue desenredando a medida que avanzaba por el laberinto y así poder encontrar el camino de vuelta a la salida. Cuando encontró a "Rosa Mundi" en el centro, obligó a la joven a morir con un cuchillo o a tomar un veneno. Ese veneno estaría disuelto en el aceite de la 'Apotecari'. "Rosa Mundi" eligió el veneno y murió.
Según cuenta la historia, una rosa apotecaria del jardín, formaría una rama diferente con flores más hermosas y se le atribuyó el nombre de 'Rosa Mundi'.
Otra manera de conectar la historia con la flor es que dicen que los campesinos fueron a su tumba y la decoraron con flores de 'Rosa Mundi'.
Josefina de Francia |
Ahora damos un salto en el tiempo y vamos con la emperatriz Josefina de Francia, mujer de Napoleón, que resultó ser una apasionada de las rosas.
Alrededor del año 1800 compró un castillo en el campo llamado Chateau de Malmaison. Reunió allí una gran colección de especies botánicas y se especializó en el cultivo de los rosales y creó la colección más grande de rosas de aquel momento, con más de 250 variedades y más de la mitad de ellas eran rosas gallica. Contaba con un equipo de jardineros y le encantaba el estilo inglés en la jardinería, así que contrató a muchos jardineros ingleses, además del famoso pintor Redouté y también tenía gente para catalogar y hacer crónicas de todo lo que pasaba en el jardín.
Con el tiempo, esta colección tuvo una gran influencia en el desarrollo de las rosas y mucha gente trató de emular este tipo de jardín. Además, esos jardineros que reunió empezaron a hacer cruces entre las distintas variedades de rosas siguiendo un método científico. Tengamos en cuenta que hasta ese momento, todas las variedades que fueron aparecieron se crearon de manera espontánea sin intervención humana, y con estos cruces de los jardineros, se creó un gran número de variedades nuevas en Malmaison y el jardín de Josefina representó la cima de popularidad de los rosales gallica.
También se podría decir que eso representó el principio del fin, porque los gallica se volvieron tan populares que se empezaron cruzar con todo tipo de rosas, y en el siglo posterior comenzaron a aparecer otras variedades más interesantes que dejaron a los gallica medio olvidados.
Después de la parte de historia, creo que ya puedo presentaros algunos ejemplos de gallicas.
'Charles de Mills' |
El primero es 'Charles de Mills', que como podéis ver tiene una tonelada de pétalos y ni siquiera se puede ver el centro de la flor. Es de color rosa intenso o magenta, que vira a malva o púrpura a medida que la rosa envejece.
'Tricolore de Flandre' |
El segundo es 'Tricolore de Flandre'. Es bastante parecido al 'Rosa Mundi' que vimos antes, solo que este tiene un crecimiento más ordenado y muchos más pétalos.
'Alain Blanchard' |
El siguiente es 'Alain Blanchard', de flor simple, pero los pétalos tienen una especie de moteado como si tuvieran manchas o puntos y le da un aspecto visual muy interesante.
Los dos últimos son híbridos de gallica con rosales China. Uno es 'Duchesse de Montebello' y el otro es 'Cardinal de Richelieu'.
'Duchesse de Montebello' |
'Montebello' es de un rosa suave y 'Richelieu' tiene uno de los púrpuras más intensos que se pueden encontrar en los rosales, tanto que algunas personas llegaron a pensar que encontraron el color azul en un rosal cuando cultivaron a 'Cardinal de Richelieu'. Según la edad de la flor y el tipo de sustrato puede llegar a tener alguna tonalidad azulada, pero no; no es una rosa azul.
'Cardinal de Richelieu' |
Estos dos rosales pertenecen al último momento de popularidad de los gallica y probablemente sean un cruce con algún rosal China, ya que tienen un crecimiento más alto, más erguido y los tallos son más largos y con menos espinas, siendo estas características propias de los rosales Chinas.
En cuanto a su crecimiento en el jardín, los rosales gallica son de una talla más baja que los damascena y llegan a una altura de entre 90cm y 1,2m. Tampoco tienen una gran tendencia a formar estolones subterráneos. Solo florecen una vez al año y tienen un aroma a rosa antigua, pero no es tan intenso como el de los damascena.
Con los rosales gallica terminamos el trío de los rosales considerados "botánicos" junto con los alba y los damascenos. A partir de todos ellos se crearon los rosales centifolia y posteriormente se introdujeron los rosales Chinas, que veremos en la siguiente entrada de esta serie de rosales antiguos, y que sirvieron para abrir un abanico enorme de nuevas variedades, colores y la capacidad de reflorecer varias veces al año. Pero esto lo veremos dentro de unas semanas.
La belleza de las rosas antiguas no se puede negar y conocer su historia hace que se valoren aún más.
ResponderEliminarEstaba yo mirando la imagen del cuadro de La Virgen del Rosal, y es que me sonaba el nombre pero no la imagen y el pintor, y claro... Buscando con el mismo nombre me encuentro con el que sí había visto de Botticelli en la Galería de los Uffizi en Florencia.
De los ejemplos que nos presentas me ha encantado "Duchesse de Montebello" aunque sea un híbrido de gallica.
Es muy bonito 'Duchesse' y me gustaría comprarlo dentro de un tiempo cuando consiga algo de sitio para tenerlo. Hay verdaderas joyitas de rosales que pasan desapercibidos hoy en día y todavía resultan variedades muy buenas.
EliminarVoy a buscar el cuadro de Botticelli para ver cuál es.