Un injerto de rosal inesperado

A finales de junio corté una rama que había florecido de un rosal rastrero para practicar los injertos y como solo tenía un rosal híbrido de té disponible para que me hiciera de portainjerto, no me quedó otra que utilizarlo. Este injerto lo hice sin planearlo y con unos rosales que no tenía en mente injertar, pero ya que fue un éxito, os lo quiero enseñar.

Como veis es un injerto de yema, en el que utilicé la técnica que chip que ya os expliqué hace un tiempo. Lo único diferente que hice en este caso fue utilizar buddytape en vez de rafia, porque al ser una rama tan fina, casi no tenía forma de envolverla sin que se me moviera el chip de su sitio.

Fue un injerto improvisado y experimental que no recibió ningún cuidado especial. El rosal siguió todo el tiempo en el mismo sitio en el que estaba y recibió el sol directo igual que siempre. No me esperaba que fuera a funcionar, pero los rosales son plantas muy fuertes y resistentes y supongo que siempre nos sorprenden con su vigor y sus ganas de vivir y de salir adelante.

Para el injerto siempre hay que tener en cuenta lo mismo. Lo más importante es el contacto directo del cambium del portainjerto con el cambium de la yema.

Ya os conté también que en la zona del corte se forma un callo de unión. Como hasta ahora estaba envuelto en cinta, el callo tiene un aspecto húmedo, pero según van pasando los días se va formando una pequeña costra que sella el crecimiento del callo.


Cuando la yema del injerto comienza a abrirse ya es una buena señal indicando que el injerto funcionó y que hay circulación de savia y ya cuando se forma un inicio de tallo y las primeras hojas ya casi lo podemos dar por asegurado. En las fotos está recién descubierto y ya veis todo el desarrollo que tuvo en unas 2 semanas.

Acordaros también de que al momento de hacerlo, hay que dejar algunas hojas en la rama del portainjerto para que sirvan de tirasavia y siga existiendo circulación de nutrientes y hormonas. Una vez que la yema se activa y empieza a crecer, podemos cortar la rama para que todos los nutrientes se dirijan al injerto.

Creo que a partir de ahora voy a dejar de hacer esquejes de rosales y solo los voy a multiplicar de esta manera porque me resultan mucho más rápidos y fiables, así que solo me falta conseguir algunos portainjertos y formar una pequeña reserva de ellos.

Aquí vemos el injerto un par de semanas después de destaparlo. La unión se ve sólida, ya se ve el principio de un tallo y está desplegando hojas nuevas. Le sigue dando el sol directo como siempre y por ahora va todo sobre ruedas.

El injerto después de una semana de destaparlo. Está creciendo muy bien y el callo se está empezando a secar y formando una costra al estar en contacto con el aire.

Ahora que ya veis lo fácil que es injertar rosales, solo queda experimentar en casa. Si tenéis un rosal que no florece mucho o que no os gusta mucho la flor, lo podéis usar de portainjerto y ponerle otra variedad que os guste más. Para reproducir los rosales es una técnica facilísima, y aunque requiere un poco de práctica al principio, luego se injerta casi hasta con los ojos cerrados.

Sin embargo, los únicos rosales que trataría de reproducir por esqueje serían los rosales antiguos, porque la mayoría de ellos tienen la cualidad de sacar tallos subterráneos y extenderse por el terreno ellos solos y solo basta con cortar esos tallos y plantarlos en otra zona para poder multiplicarlos.

Los rosales modernos, en cambio, es muy raro que formen esos tallos subterráneos y si lo hacen, forman muy pocos, así que es mejor reproducirlos por injerto porque se consiguen resultados más rápidos.

En septiembre ya estaba en flor. En un segundo plano podéis ver el injerto.

Comentarios

  1. Enhorabuena. Ya nos comentarás si este rosal injertado te dio flores.

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    1. Hace unas semanas dio las primeras flores, pero solo unas pocas. La planta madre de donde saqué la yema forma muchas más flores juntas. Ahora toca tener paciencia y dejar que se desarrolle

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