Injerto de chip

Esta semana os quiero explicar la técnica del injerto de chip o buddy chip en inglés. Para este tipo de injerto, al contrario de lo que ocurre en los injertos de invierno, solo se necesita una yema para realizarlos, con lo cual es mucho más rentable que los injertos de púa.

Imaginemos que tenemos una ramita como la de la foto de portada con 4 o 5 yemas. Si optamos por hacer un injerto inglés, toda esa rama iría destinada exclusivamente a un único portainjerto; mientras que haciendo un injerto de chip, cada yema puede ir a un portainjerto distinto y al final obtendríamos 4 o 5 plantas injertadas. En ese sentido, es mucho más rentable porque empleamos menos material vegetal.

El injerto de chip se puede hacer en prácticamente todas las plantas. Desde frutales a árboles y arbustos ornamentales y también en los rosales.

Todos los injertos de yema hay que hacerlos cuando la planta está en crecimiento y ya tiene ramas con hojas. En este momento, la corteza es más blanda por toda la savia que hay en circulación y se desprende con mucha más facilidad.

Los materiales para su realización son los mismos que para el injerto inglés:

• Patrón portainjerto
• Estaquilla de la variedad deseada
• Tijeras podadoras
• Navaja de injertar que esté muy bien afilada
• Rafia o alguna cinta para envolver el injerto

Como siempre en todos los injertos, lo más importante de todo es el cambium, ya que hay que tratar de que exista la mayor cantidad de contacto entre el cambium del chip y el del portainjerto porque es ahí donde se producirá la unión entre ambas partes. Con el tema del cambium no me voy a enrollar mucho porque ya hablaremos de él con mayor profundidad dentro de unas semanas.

Seguimos con el injerto inglés y ahora vamos a ver el procedimiento paso a paso. Antes os aviso que las fotos son solo a modo demostrativo y que el injerto no está hecho para ser conservado. Es únicamente con fines didácticos para enseñar la técnica.

Vamos a suponer que tenemos dos ramas. La rama de la izquierda hará de portainjerto y la rama de la derecha será la donante de las yemas. A la rama donante le cortamos las hojas por los peciolos.

Para sacar la yema primero hacemos un corte inclinado a 0,5-1cm por debajo de la yema que nos servirá de solapa y de stop para no seguir cortando más de la cuenta

A continuación hacemos otro corte a otros 0,5-1cm por encima de la yema y lo alargamos hasta la solapa que hicimos en la foto anterior

El resultado que conseguimos es que la yema se separe. Es importante no tocar la zona del corte para evitar contaminarla, así que cogeremos la yema por el peciolo (por eso es mejor dejarlos un poco largos, aunque más tarde tengamos que acortarlos)

Ahora cambiamos y nos vamos a la rama que recibirá la yema y que será el portainjerto. Hacemos los mismos cortes, con la solapa inferior y un corte alargado más arriba.

Colocamos la yema encajándola bien en la solapa y ya por último, envolvemos la unión para que se unan las dos partes. Si el injerto prende con éxito, a las 2 o 3 semanas se caerá el peciolo de la hoja con un ligero roce con el dedo. Si, por el contrario, el injerto fracasa, el peciolo se mantendrá muy unido al chip y acabará muriendo la yema

El injerto de chip se puede realizar durante toda la época de crecimiento vegetativo, incluso también en pleno verano, pero ahí habrá mayor riesgo de deshidratación y será mejor colocar la planta en una zona fresca durante varias semanas para que no reciba un calor o un sol sofocante.

Lo ideal sería hacerlo sobre el mes de abril o mayo o también sobre el mes de septiembre y octubre para evitar el calor más extremo. Aunque si vivimos en una zona de veranos suaves, casi no habrá ningún problema y podremos efectuarlo desde abril hasta octubre sin protegerlo del sol.

Y ya por último, una particularidad de los injertos de yema es que si se hacen en primavera comenzarán a brotar a lo largo del verano, pero si se hacen a finales de verano se quedarán a yema durmiente y brotarán en la primavera del año siguiente.