Esta entrada viene a ser un complemento de otra entrada anterior en la que también hablaba de la poda en verde, pero en este caso se trata de un rosal proveniente de un esqueje hecho este invierno.
Este rosalito como se puede ver está espléndido. Tiene ramas por todos lados, pude contar casi 10 ramas de diferentes tamaños, así que mucho del trabajo de poda ya lo tenemos hecho porque se está ramificando de forma natural. Al hacer esquejes con trozos pequeños es más fácil que se activen más yemas y por lo tanto, que ramifique desde pequeño. Además me da la impresión de que a los rosales les cuesta menos enraizar cuanto más delgados sean los tallos.
La única pega que tiene esta planta es que quiere florecer de forma precoz cuando aún no toca. Ahora la planta lo que necesita es destinar sus energías en crecer y fortalecerse y no desperdiciarla en formar una flor. Digamos que ahora lo que necesita es un periodo de engorde de unos años para que se haga adulta y luego ya la dejaré florecer con libertad.
Ahora me centraré en formar ramas. Prefiero perder 2 o 3 años en su formación para que luego sea un rosal estupendamente formado y con mucha densidad de ramas.
Así que lo que tengo que hacer es muy fácil: cortar ese capullo. Sin dolor porque es por el bien de la planta.
Para podar elegimos una altura que nos guste tratando que las ramas principales queden a una altura similar y cortamos por la yema más cercana (no tengo en cuenta la orientación de la yema). Así todas las ramas principales mantendrán un vigor similar.
En la foto de arriba podemos ver el resultado de la mini-poda en la rama izquierda. Las otras ramas las dejamos tal cual porque tienen una altura adecuada.
Ahora la planta está en una maceta de 1 litro, pero en invierno la cambiaré a otra un poco más grande y le haré un ligero recorte de raíces para que también tengan todas un vigor semejante.
Si os fijáis, todas las podas de las plantas se basan en lo mismo: reducir el crecimiento de ciertas partes, potenciar el crecimiento de otras y buscar un crecimiento equilibrado. En este caso del rosal voy a hacer lo mismo tanto en las ramas como en las raíces.
Aquí podemos ver la planta desde otro ángulo con el capullo en formación. Si lo dejáramos florecer, gastaría demasiada energía y el rosal crecería muy poco.
Y aquí un poco más en detalle. No queremos este capullo, así que fuera con él. Lo quitaremos cuanto antes para evitar que se desarrolle.
Estaba considerando podar un rosal cuyas hojas se ven muy mal, ya florecio y va a ser un año desde la última poda, pero le vi brotando dos tallos basales; se le puede podar igual , o es mejor esperar que estos nuevos tallos maduren y talvez traigan un capullo ?
ResponderEliminarNo te entendí muy bien la pregunta y no sé muy bien qué es lo que quieres podar.
EliminarSin dolor... Un poquillo sí que da, aunque como dices es por el bien de la planta.
ResponderEliminarTengo que aprender... Este verano fui incapaz de hacerlo porque había puesto varios esquejes a enraizar y cono no los identifiqué desde el inicio, tuve que dejar que florecieran oara saber a qué rosal pertenecían. Ya no me volverá a ocurrir porque lis que puse este año los tengo bien identificados, así que si forman capullos se los puefo ir quitando, con pena pero ayudando a la planta.
El primer año es preferible sacrificar la floración para que el esqueje se centre en desarrollar las raíces y en acumular energía. Piensa que formar las raíces ya se supuso un gran gasto de energía y si ahora lo dejamos que florezca, aún va a gastar más, así que el primer año es mejor evitarle ese gasto innecesario.
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