Hace unos días hablaba de la importancia de un brote basal. Ahí comentaba que eran muy importantes y vigorosos, con crecimientos muy rápidos y que siempre venían cargados de muchas flores.
Y en esta foto muestro el resultado de aquel brote que os enseñé anteriormente. Alcanzó la altura del rosal en cosa de un mes y viene cargado con más de una docena de flores.
Ahora viene la parte más bonita de los brotes basales, que es verlos llenitos de flores.
Una vez que termine toda la floración, hay que cortar ese brote basal a la mitad y así sacará 2 o 3 ramas nuevas que servirán para formar una parte más de la estructura del rosal.
Al final la poda de los rosales es igual de fácil que podar cualquier otra planta y hay que perderle el miedo a meter la tijera. La gente se complica demasiado cuando no hace falta y tampoco hay que estar contando folíolos ni nada de eso para podar bien un rosal. Ya hablaré de todo esto cuando llegue el momento y veréis lo sencilla que resulta (ya tengo la entrada medio hecha y solo quedan los últimos retoques).
Parece increíble que una rama tan delgada pueda llegar a formar toda esa cantidad de flores.
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