La roya es una enfermedad fúngica bastante común en las plantas (no sé por qué tardé tanto en hablar de ella) que está causada por diferentes especies de hongos del género Puccinia y Melampsora. Puede afectar a una gran variedad de plantas, desde árboles frutales hasta plantas ornamentales y también cactus y suculentas, y se manifiesta generalmente en las hojas. La roya se caracteriza por pequeños abultamientos de color óxido, marrón o hasta negro en el envés de las hojas, y que se corresponden a las esporas del hongo. En el haz de la hoja también se pueden ver manchas amarillas o zonas descoloridas, pero es un signo menos característico de la enfermedad. En casos menos comunes, también se pueden observar esas pústulas de color óxido en los tallos.
Una vez que el hongo penetra en las plantas a través de las raíces o de una herida, se multiplica con mucha rapidez y los síntomas comienzan a aparecer en uno o dos días. Su diagnóstico es muy sencillo a simple vista, y solo basta con evidenciar la presencia de estas pústulas anaranjadas que se deshacen al pasarles el dedo.
La combinación de agua o humedad más el calor favorecen el contagio y por eso sale principalmente en primavera y otoño. La roya se propaga a través de las esporas del hongo que flotan en el aire o se adhieren a las herramientas de jardinería. También puede propagarse a través del agua de riego o de la lluvia al hacer un arrastre de las esporas desde unas zonas a otras.
Los hongos que provocan la roya son parásitos obligados. Muchos son heteroicos, es decir, que se alternan entre dos o más plantas huésped. Otros son autoicos y solo infectan a un tipo de planta hospedadora. Son particularmente difíciles de estudiar porque, a diferencia de la mayoría de los hongos, que se pueden cultivar en medios nutritivos en laboratorio, los hongos de la roya solo se pueden cultivar en plantas vivas, por lo que para cultivar el hongo hay que cultivar la planta. A pesar de que los nutrientes que necesitan se les pueden suministrar en laboratorio, estos parásitos obligados solo pueden absorberlos a través del haustorio, una estructura que introducen en una célula viva de su huésped.
Ya sabéis que me gusta hablar de los ciclos de vida de los hongos y de los insectos, pero en el caso de la roya me lo vais a tener que perdonar porque es un ciclo demasiado complejo. Estos hongos tienen múltiples etapas, típicamente 4 o 5, que se distinguen por diferentes características como la planta huésped en la que crecen, las estructuras que producen y el número de "ploidia" de sus células (células haploides, diploides o dicariones). La mayoría de estas etapas comienzan y terminan con un tipo de esporas diferentes y menudo, tienen una espora producida en una especie de planta (por ejemplo, un castaño) que es capaz de infectar otra especie diferente de planta (como por ejemplo, un geranio).
Para prevenir la roya, es importante mantener un buen control de la humedad en el jardín. Esto incluye evitar el riego excesivo, no rociar las plantas y asegurarse de que las plantas tengan suficiente espacio para drenar el agua, eliminar malezas para que no se conviertan en reservorios del hongo y mantener las plantas correctamente podadas para favorecer la circulación del aire. También es importante evitar el exceso de fertilización, ya que las plantas con un exceso de nitrógeno son más propensas a contraer roya.
Cuando ya exista un contagio evidente y necesitemos erradicarlo, lo primero que tendremos que hacer es eliminar las hojas afectadas y utilizar algún tratamiento químico. El oxicloruro de cobre da buenos resultados para combatir y prevenir la roya, pero es un tratamiento de contacto. En casos muy severos, se pueden utilizar fungicidas sistémicos. Ya sabéis que no me gusta dar nombres concretos de estos fungicidas porque en unas regiones habrá unos disponibles, y en otras zonas, tendrán otros distintos, así que lo mejor es comprobar si el principio activo que traiga el producto es efectivo contra la roya.
La roya no es una enfermedad mortal para las plantas, pero sí que las debilita. Reduce la producción de flores y frutos, aumenta su sensibilidad a otras enfermedades y plagas, y también deteriora su apariencia estética general. En el pasado, era una amenaza importante para los cultivos, pero hoy se puede controlar con bastante facilidad.
No sé cómo hacen pero siempre mis gladiolos pillan roya, por más que estoy pendiente todos los años es igual.
ResponderEliminarA mí también me pillaron un montón de roya cuando los cultivé, así que ahora tocará hacer tratamientos preventivos o ponerlos en otra localización para ver si cambian las condiciones (menos humedad ambiental, más circulación de aire, etc) y podemos evitar que se infecten para el año siguiente.
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