Efecto de los abonos ricos en Nitrógeno en la floración de los Iris germanica

Estos días estuve leyendo un estudio que, a mi parecer, resulta muy interesante para explicar la floración de los Iris germanica en función del nitrógeno aportado en la fertilización y os quiero hacer un resumen.

El nitrógeno es un macronutriente clave para el desarrollo, crecimiento y floración de las plantas. Al combinarse con otros elementos, puede formar aminoácidos y enzimas, clorofila y otros muchos compuestos vegetales importantes. Las especies perennes, en general, almacenan nitrógeno en otoño, preparándose para el reposo del invierno y cuando llega la primavera, distribuyen ese nitrógeno a las hojas para estimular el crecimiento y el desarrollo de los brotes. Así ocurre, por ejemplo, en los tulipanes, Dahlia, Lilium, Curcuma alismatifolia, Anthurium andraeanum, Alstroemeria, Gladiolus, Dendrobium nobile, Globba rosae, etc.

No existe un acuerdo sobre la cantidad óptima de nitrógeno que se debe proporcionar a los Iris. La mayoría de las recomendaciones son las de usar fertilizantes bajos en nitrógeno para evitar que las plantas se vuelvan más sensibles a las enfermedades, aunque esto no se haya comprobado. Sin embargo, existen estudios que apoyan el uso de abonos ricos en nitrógeno para incrementar el número de escapos florales en los Iris germanica.

El estudio que leí está hecho sobre el Iris ‘Immortality’, que es una variedad de Iris perenne que puede florecer dos veces al año, una en primavera y otra en otoño. Para ese estudio escogieron rizomas con el mismo calibre y tamaño y los plantaron en un sustrato sin ningún tipo de nutriente.

Hicieron cinco grupos de plantas y a cada uno de ellos le asignaron cantidades diferentes de nitrógeno en forma de nitrato amónico durante el primer año (0, 5, 10, 15 y 20 milimoles o mM de nitrógeno). A todos los grupos también los suplementaron con otros nutrientes, ya que el sustrato no tenía ninguno. De esta manera, los rizomas solo se diferenciarían en la dosis recibida de nitrógeno.

Los cultivaron durante un año y los analizaron en tres momentos: el primer año los analizaron al terminar la floración y más tarde en invierno; y el segundo año los analizaron otra vez al final de su floración.

El primer año, comprobaron que las plantas que recibieron mayor cantidad de nitrógeno desarrollaron más altura, más números de hojas, más yemas axilares y tuvieron más floraciones en primavera y en otoño. Esas plantas también aumentaron su peso seco y los niveles de nitrógeno en todas las partes (hojas, rizoma y raíces). Por otro lado, las plantas que recibieron menores cantidades de nitrógeno, no llegaron a florecer en otoño al no poder acumular el nitrógeno suficiente. Además, también encontraron que después de la floración, la mayoría del nitrógeno se encontraba en las hojas.

En diciembre de ese mismo año, vieron que el nitrógeno se había trasladado a los rizomas y ahora los rizomas se convirtieron en el almacén principal del nitrógeno (pasaron del 59% en las plantas sin abonar al 66% en las plantas más abonadas). Esta acumulación se reflejaría en un incremento de la altura, del número de hojas y del número de tallos florales en la primavera del año siguiente.

Otro detalle importante que encontraron fue que las plantas que no recibieron nitrógeno el primer año tuvieron el menor peso seco en las raíces. Esto contradice la creencia de que bajo una situación insuficiente de nutrientes, las plantas desarrollan una mayor cantidad de raíces para tratar de buscarlos. Una explicación de esto podría ser que las plantas no tendrían suficiente energía ni nutrientes como para impulsar el crecimiento de las raíces.

En la primavera del siguiente año decidieron dividir las plantas de cada grupo en dos subgrupos: a uno le dieron 0mM y al otro 10mM de nitrógeno. Así, en este segundo año de cultivo, el crecimiento de las plantas se vería afectado por el nitrógeno que habían acumulado el año anterior más el que recibirían este año.

En los análisis vieron que, a pesar de las diferentes dosis de nitrógeno que tuvieron las plantas el año pasado, todas las plantas pudieron asimilar los 10mM de nitrógeno que recibieron este año. Y la cantidad de nitrógeno que había en las plantas que recibieron 0mM este año, era el que habían almacenado del año anterior.

Además, observaron que el crecimiento de las plantas fue mayor en aquellas que fueron abonadas con mayores cantidades de nitrógeno el año pasado. Los 10mM nitrógeno administrado esta primavera solo sirvieron para incrementar el crecimiento de aquellas plantas que no habían sido abonadas el año anterior.

El nitrógeno aportado esta primavera tuvo poco efecto en la floración de este año. Sin embargo, las plantas que recibieron más nitrógeno el año anterior consiguieron formar más inflorescencias este año.

También pudieron volver a verificar que, tras la floración, la mayoría del nitrógeno se encontraba otra vez en las hojas en lugar de en el rizoma. Por lo tanto, concluyeron que el nitrógeno era un nutriente que la planta puede almacenar y mover a diferentes zonas según lo necesite.

En resumen, la floración de los Iris germanica en primavera depende más del nitrógeno aplicado y almacenado el año anterior que del nitrógeno aplicado en la primavera del año actual. Además, probaron que las plantas pueden almacenar más nitrógeno en los rizomas del que necesitan y esto les impulsa a un mayor crecimiento y a generar más cantidad de yemas axilares en los rizomas.

Información obtenida de: aquí.

Comentarios

  1. Tengo varios rizomas de iris germánicas que he incorporado este año al jardín. Leyendo tu entrada, a diferencia de otras plantas que "se cuidan solas", estas sí son sensibles al abono del nitrógeno para su crecimiento y floración. Hoy mismo colocaré "bolitas azules" y si este año no florecen al menos van reservando para el año siguiente. Yo les noto que han crecido, pero como es el primer año veremos qué tal les va e ir ajustando las aplicaciones, porque antes de colocar los rizomas enriquecí el sustrato con humus de lombriz.

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    1. Seguro que te florecen este año, por lo menos algunos. Los de las fotos de la entrada florecieron en mayo, así que dentro de poco ya tendrías que ir notando la formación de la vara entre las hojas. No te preocupes porque seguro que te florecerán.

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