Aunque suene un poco raro, las plantas también pueden tener sarro. Pero este sarro es un poco diferente al sarro dental porque este no está formado por ninguna placa bacteriana y por suerte, solo contiene residuos minerales que resultan bastante fáciles y rápidos de eliminar.
Cuando abonamos las plantas o utilizamos sustratos muy ricos en nutrientes es normal que esos minerales se disuelvan con el agua. El agua se mueve por capilaridad a algunas zonas de la planta o de la maceta y cuando se evapora, se queda el depósito de minerales formando el sarro.
En las macetas de plástico es muy típico observarlo en los laterales de las paredes a pocos centímetros del sustrato y también alrededor de los agujeros de drenaje. En las macetas de barro sin esmaltar casi siempre termina apareciendo a los pocos meses por toda la pared que está en contacto con el sustrato y que por tanto, está en contacto directo con el agua. El agua se va filtrando por los poros del barro y al evaporarse, los minerales se van depositando y acumulando y llega un momento en el que salen hacia el exterior.
En la foto de arriba podéis ver una hoja de Gasteria armstrongii con depósitos acumulados de minerales, seguramente provenientes del abono.
Y en la foto siguiente podéis volver a ver a la misma Gasteria dos minutos después sin el sarro. La cutícula de la hoja quedó impecable y brillante.
La solución que utilizo es muy sencilla y económica. Solo hay que buscar un pincel sintético barato (nos vale el más barato de los bazares chinos) y cortarle las cerdas a pocos milímetros de la virola para que sean un poco más rígidas y así conseguir un mini-cepillo con el que lavar ese sarro.
Pincel con las cerdas cortadas a pocos milímetros de la virola |
Pero atención porque lo importante está en el agua. El agua es agua normal del grifo a la que se añaden unas gotas de vinagre de cocina. Yo utilizo un vasito medidor pequeño y le añado unas gotas de vinagre porque utilizo muy poca cantidad y con eso me llega de sobra. No digo cantidades exactas porque tampoco hace falta esa precisión y con el poquillo de vinagre que le pongáis seguro que estará bien. Incluso se podría utilizar vinagre puro de cocina, ya que la acidez del vinagre ronda el pH:4 y las plantas lo soportan sin problema sin dañarse lo más mínimo. Yo prefiero utilizar agua con un poco de vinagre porque tampoco es tan difícil de quitar ese sarro.
Al añadir vinagre al agua lo que se consigue es formar agua acidulada y como el sarro suele ser calcáreo, se forma una reacción ácido-base y el sarro se disuelve casi al instante. El pincel solo lo uso para insistir en algunas difíciles o más escondidas.
La planta no sufre ningún tipo de daño ni le produce ninguna lesión en la cutícula ni en la epidermis. Y esto lo puedo decir con total seguridad porque llevo varios años utilizando este método y nunca ninguna planta presentó una lesión o quemadura por la acidez del agua, ni siquiera utilizando vinagre puro.
Aquí os pongo otro ejemplo de una Gasteria glomerata con una hoja totalmente cubierta de sarro.
Y aquí la hoja limpia dos minutos después. Incluso le cayó el agua acidulada a la bolita de arcilla que tenía al lado y también se quedó limpia.
Esta limpieza se puede hacer todas las veces que queramos, pero yo suelo hacerla cada 3 o 4 meses cuando veo que las plantas cogen muchas manchas. Sobre todo se lo hago a las Gasterias y a alguna otra suculenta pequeña. Al resto de plantas no se lo hago nunca porque apenas suelen formar esas manchas de sarro.
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